lunes, 26 de agosto de 2013

Política o Reality Show?

Hace un tiempo que una idea extraña estaba rondando en mi cabeza (una de tantas), pero no fué hasta que viví -digamos desde adentro, por llamarlo de algún modo- un caso puntual que me convencí por completo que la idea no era extraña, que era un hecho. Tal vez soy un ignorante y todo el mundo ya lo sabe... y hasta participan en plena conciencia de este hecho por gusto personal! Pero por lo menos para mi fue un hallazgo. ¿A qué me refiero? Bueno, antes de dar tamaña afirmación y para evitar que el lector a carcajada limpia cierre esta ventana y se vaya a hacer otra cosa, voy a hacer un pequeño análisis previo.

La política siempre fue un mundo que se mostró alejado del pueblo, contrariamente a lo que por definición debería ser. Actualmente llamar a alguien de "político" está asociado a aquel que por razones de poder se vale de múltiples métodos para caer simpático a la mayor cantidad de votantes y así conseguir un cargo que le permita robar con mas facilidad o en mayores volúmenes (o ambos); lejos, o mejor dicho opuesto, de lo que dice su definición.



En fin, la raza "político" es hoy una especie de ser que es millonario, sólo andan con chofer personal (a diferencia de otros millonarios que sí saben manejar), no necesitan hacer fila en el banco, ni en una delegación de la agencia de recaudación local, ni en el registro automotor, ni en la dirección control urbano para actualizar su registro de conducir, ni acá, ni allá, ni.... porque en realidad no necesitan de nada de eso. Viven en una especie de mundo paralelo donde nada de eso es necesario, como así tampoco es necesario interactuar con personas de la raza humana común y corriente. Sólo bajan al mundo real algunos días durante campaña: ahí andan en bus, comen hamburguesas en la calle, toman agua de la canilla y hacen una serie de cosas humanas siempre ante la casual presencia de un fotógrafo o la cámara del canal de TV que acompañó toda su campaña.

¿Dije TV y fotógrafo?  Es por acá que anda lo que me tocó ver... pude presenciar cómo un hecho completamente irrelevante para el 99,999995%  de las personas (no es cualquier número, ese porcentaje representa a 2 de los 40.000.000 de habitantes de la Argentina, sino vayan a la calculadora) apareció en una muy buena ubicación en dos medios gráficos de considerable relevancia. ¿Cuál fue hecho? que Fulano renunció a cierto cargo en una entidad que absolutamente nadie sabe que existe por apoyar a Mengano... o que lo despidieron, dependiendo de cuál de los dos medios gráficos lo informe. ¡¡¡¡¡¿Y?!!!!! Es equivalente a que salga en New York Times que hoy el almacenero de la esquina cerró mas temprano el local porque tenía gases... IRRELEVANTE!

Y he aquí mi gran hallazgo: "La política" por llamarla de algún modo, no es mas que un reality show, un muy bien producido, coqueto, masivo y caro reality show. Uno de esos en el que los participantes compiten por un premio, pero no son las reglas de un juego las que determinen el ganador, sino que deben ser lo más carismáticos posibles a fin de conseguir conquistar a los televidentes y que éstos, en determinada instancia del programa, voten por cuál fue su favorito. El que consigue mas votos se lleva el premio, los demás sólo un poco de fama y el derecho a continuar apareciendo en otros programas de TV. Un "Bailando por un Sueño" de empresarios y abogados poderosos... Pero con la salvedad que en este caso el voto es obligatorio.



Este pensamiento me pesa.... nunca me gustaron los reality, nunca envié un SMS para votar a un participante, y próximamente hay elecciones. Antes pensaba que era mi deber cívico además de un importante derecho: el de poder elegir a mis representantes. Pero ¿Qué representan?.... ¿Me representan?... Ya fué!!! Yo voto a Piquín y Noelia!!!