domingo, 30 de enero de 2011

El Valle Misterioso

Uncanny Valley o Valle Misterioso (Inquietantes, Inexplicable... según alguna traducción) es una teoría de la robótica que explica algunas características del comportamiento humano frente a una entidad no humana. En resumen, dice que el humano posee respuestas emocionales mas positivas ante entidades no humanas mas parecidas al hombre, pero si la entidad alcanza cierto grado de similitud, la respuesta es de rechazo. Finalmente, entidades que son suficientemente similares al hombre recuperan el nivel de aceptabilidad. O sea que para las entidades no humanas existe una brecha de similitud con el hombre, dónde éste siente una sensación de rechazo. A esa brecha se la denomina Uncanny Valley y representa un gran desafío para quienes desarrollan figuras, robots, efectos especiales, animaciones, etc., ya que requieren hacer figuras humanas... pero si no van a cruzar el valle misterioso, es mejor quedarse lo suficientemente lejos de él para no obtener un rechazo popular.
Para sentir la experiencia a ese rechazo basta sólo con ver alguno de esos bebés de juguete ultra-realistas (que increíblemente se comercializan) y el efecto del Valle Misterioso estará en todo su esplendor.

No conformes con quedarse de esta orilla del valle, la empresa Image Metrics, dedicada al desarrollo de animaciones e imágenes de figuras humanas (principalmente animaciones faciales), de mucha experiencia en desarrollos para video juegos e industria cinematográfica, decidió superarlo... y lo consiguió.
En el video que adjunto se ve a la actriz Emily O'Brien con su rostro reemplazado por uno digital. Según explica la empresa, en dicho video, las respuestas y gestos de Emily fueron realizados todos digitalmente. O sea que no es una representación de gestos que ella realizó, sino que son gestos realizados por computadora, basados en información adquirida anteriormente sobre la geografía de su rostro.

De todos modos, si no se cuenta con la tecnología y el presupuesto que posee Image Metrics, es preferible desarrollar figuras humanas con cierto grado de caricaturización o introduciendo diferencias notables en la estructura de los rostros, a fin de evitar, en el afán de ser realistas, obtener un resultado contrario.